viernes, marzo 17, 2006

Un espacio “reinventado”

La creación de ciudades nuevas, un jugoso proyecto Gigantescas urbes del planeta fueron edificadas de la nadaLas ciudades o propiedades del futuro han comenzado a construirse desde hace siglos en todo el planeta. Caprichosos magnates, ingeniosos y codiciosos jeques árabes, actores de Hollywood, reyes o incluso gobiernos, invierten suculentas cifras en el desarrollo y nacimiento de urbes y residencias artificiales. Si Tom Monaghan, fundador de Dominos's Pizza, cumple finalmente el sueño de crear la primera ciudad completamente católica del mundo en Florida, Ave María, se uniría a otros descomunales planes de desarrollo en Emiratos Árabes Unidos, Hong Kong, Japón, Malasia, Brasil o Argelia, entre otros. En este último país, el gobierno pidió al arquitecto español Ricardo Bofill, padre del ex novio de Paulina Rubio, el diseño de una ciudad completa en la zona inhóspita de Boughzoul. Ésta tendría capacidad para albergar a 350,000 personas y se convertiría en el centro financiero del país. La urbe, cuyo nombre sería Algería, estaría compuesta por oficinas, bancos, sedes de empresas, escuelas técnicas, centros comerciales, hoteles, zonas de diversión, un aeropuerto internacional y un parque logístico, de acuerdo con el diario español “El Mundo”. El único problema es que para observar esta nueva creación, se deberá esperar hasta el año 2020, año de la eventual conclusión de la moderna ciudad. Antecedentes históricos Pero Algería no es un modelo pionero en este “capricho constructor”. Un antecedente más cercano a América Latina lo encontramos en Brasilia, ciudad sin historia, creada de la nada en 1959 con una tecnología ultramoderna, siguiendo la estela de otras ciudades, como San Petersburgo y Washington D.C., construidas en el siglo XVIII o Putrajaya, capital administrativa de Malasia, construida en 1990. Según la enciclopedia en red, Wikipedia.org, el plano de la ciudad de Brasilia fue obra de los arquitectos brasileños Lucio Costa y Óscar Niemeyer, éste último, quien señaló que “la urbe se hizo con mucha prisa”. La ciudad fue construida sobre una base en forma de avión, que apunta al sureste. El terreno originalmente era árido e inhóspito. Se construyó una presa de agua en el área, a la vez que se iniciaron las obras de la ciudad. Más de 45 años después, Brasilia sigue siendo el centro neurálgico de Brasil. Pero si hay un proyecto ganador en esta especie de lucha por las construcciones del futuro, ese es, sin duda, Dubai, centro financiero y turístico de Emiratos Árabes Unidos. Los “petrodólares” han hecho que esta ciudad se convierta en un caramelo para inversores, famosos y millonarios del planeta. Según la agencia de noticias EFE, en poco más de 10 años, este reino de solo 3,585 kilómetros cuadrados de superficie se ha reinventado a sí misma. Entre sus nuevas creaciones ultramodernas está el único hotel de siete estrellas del mundo, el Burj Al Arab, la primera estación de esquí artificial de Oriente Medio, la torre más alta que jamás se haya construido, el hotel acuático más lujoso del mundo y varios conjuntos de islas artificiales, capricho de grandes magnates como el multimillonario estadounidense Donald Trump, quien edificará un lujoso hotel en uno de estos complejos “The Palm”, en forma de tulipán. Tendrá un costo de 400 millones de dólares. El mundo al alcance Uno de esos conjuntos, “The World”, está compuesto por 300 islas artificiales, ubicadas en la costa de la ciudad que tiene la forma del mundo. Cada pedazo de tierra corresponde a un país. El periódico español “El Mundo” asegura que el cantante Rod Stewart e incluso el futbolista David Beckham ya han comprado alguna de estas islas para la construcción de una residencia privada. Según la compañía constructora, Al Nakheel Properties, existe una separación de 50 a 100 metros entre isla e isla. El terreno más pequeño costaría siete millones de dólares. Las nuevas ciudades no tienen límites. Modernistas, prácticas y con objetivos claros. Que éstos se consigan o no, es otro tema.— Javier Caballero Lendínez

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