domingo, febrero 26, 2006

Un robo con gran ingenio

Los ladrones toman a los bancos como objetivo principal Los robos a bancos se han convertido en un lucrativo negocio. Solo en la Unión Europea, se produce un asalto a una entidad bancaria cada 90 minutos, según la Federación Bancaria Europea, lo cual se traduce en más de 5,800 robos al año, informa la cadena de noticias BBC en su página web. En América Latina, la situación es especialmente grave en Brasil, Colombia, Argentina o México, donde en los últimos años se han producido los mayores robos bancarios de la región. En México, el titular de la Secretaría Pública capitalina, Joel Ortega Cuevas, informó que el año pasado se ha seguido con la tendencia a la baja que comenzó en el 2003 en torno a los robos bancarios. Sin mencionar datos concretos, los asaltos cayeron entre 30 y 40% respecto a 2004 con 108 y los 217 de 2003. Pero lo peor de todo es “la proliferación de nuevas tendencias más preocupantes: la violencia de cierto modus operandi y los sofisticados instrumentos que utilizan los perpetradores”, informa la Federación Bancaria Europea. La historia negra de los “megarobos” bancarios en el nuevo siglo ha comenzado pronto. Las estrategias juegan un papel fundamental en la historia de un asalto de grandes magnitudes. Un plan muy estudiado En Irlanda del Norte ocurrió un robo de gran magnitud en la sede central del Northern Bank en la capital, Belfast. En él, los ladrones se llevaron un botín de más de 50 millones de dólares. El atraco se cometió en la mañana del lunes 20 de diciembre de 2004, después de secuestrar durante todo el domingo a dos ejecutivos de la entidad y sus respectivos familiares, informó el diario “The Belfast Telegraph”. Los asaltantes obligaron a los ejecutivos a asistir al trabajo como un día cualquiera. Cualquier movimiento en falso y sus familiares serían asesinados. Cuando acabó la jornada laboral, varios individuos entraron en la entidad y vaciaron la caja fuerte. En Sudamérica, el pasado agosto Brasil fue sacudida por el mayor robo bancario de su historia. 65.2 millones de dólares fueron sustraídos del Banco Central.Según el diario español “El Mundo”, los ladrones rentaron una casa a dos cuadras del banco tres meses antes del robo. Durante ese tiempo, cavaron un túnel de 200 metros desde la casa hasta la caja fuerte del banco.Según los vecinos, la casa estaba habitada por 10 personas, quienes afirmaban que eran fabricantes de hierba artificial. Así, no extrañaba que cada día cargaran una camioneta con tierra. Cuando llegaron a la caja fuerte se encontraron con una gran estructura metálica sobre un área de 500 metros cuadrados. Las paredes y el piso tenían un grosor de 2 metros, estaban revestidas de concreto y mallas de acero. En el interior había sensores de movimiento y cámaras de vigilancia. Los ladrones perforaron el piso, evadieron las medidas de seguridad y tomaron el botín. “El robo del siglo” El pasado mes de enero tuvo lugar en Argentina, lo que han llamado “el robo del siglo”, no tanto por el dinero que se llevó (más de 30 millones de dólares), sino por la estrategia seguida por los ladrones para conseguirlo.Según el diario “Clarín”, la banda de asaltantes estaba compuesta por 15 personas. Durante meses construyeron un túnel desde el desagüe de la ciudad de Acassuso, provincia de Buenos Aires, hasta la caja fuerte. Después, huyeron con el botín en barcas inflables sobre el canal hasta salida 14 cuadras más allá del banco. Según el rotativo, cinco asaltantes entraron en el banco, uno más esperaba en el canal de desagüe con las barcas, cuatro simularon ser trabajadores que laboraban en la salida del desagüe, otros dos esperaban con sendos autos para escapar y los dos últimos se hacían pasar por rehenes. Los asaltantes estuvieron durante horas en la sucursal y llamaron la atención de los policías, quienes rodearon el banco. Tras vaciar varias cajas de seguridad, los atracadores se dieron a la fuga por el túnel. Cuando la policía lo halló, habían pasado 5 horas y ya era demasiado tarde para atraparlos. Las investigaciones en este caso siguen y comienzan a recogerse los primeros frutos.— Javier Caballero Lendínez

martes, febrero 21, 2006

La familia “Chipson”, un ejemplo tecnológico

Sus tres integrantes llevan implantados los chips desde 2002 Tras la aparición de los chips implantados bajo la piel de las personas, una familia de Boca Ratón, Florida, se convirtió en la primera, cuyos integrantes poseen un microchip en el brazo. Hasta ese momento, Estados Unidos ya tenía la serie de dibujos “Los Simpson”. Desde entonces, esta familia fue bautizada con el nombre de “Los Chipson”. Según la revista “Time”, los Chipson, cuyo nombre real es Los Jacobs, “son la primera de una generación de humanos con extensiones computarizadas”. El padre de familia, Jeffrey Jacobs, sufrió durante muchos años la enfermedad de Hodgkin. “Hace unos años, antes de tener el chip implantado bajo la piel, sufrí un grave accidente automovilístico. Cuando llegué al hospital no estaba en condiciones de explicar la enfermedad que tenía. La ventaja del chip es que la información está disponible para cualquier hospital en cualquier momento de necesidad. El chip hablará por mí cuando yo no pueda hacerlo”. El hijo, Derek, es alérgico a los antibióticos, informó “Time”. Según Verichip, implantar el chip es una operación muy simple y no lleva más de siete segundos. “Basta con un hisopo antiséptico, anestesia local, una inyección y una tirita. En cuanto la piel se cura, el chip se hace completamente invisible. Ni siquiera los Jacobs se dan cuenta de que lo tienen. Es completamente biocompatible e impermeable a los fluidos corporales”, asegura la compañía creadora. La señora Jacobs, Leslie, se siente más segura desde que todos lo llevan implantado.“Nosotros somos parte no sólo de una nueva tecnología, sino de un nuevo paso evolutivo de la humanidad al completo”, finaliza Jeffrey Jacobs.— Javier Caballero Lendínez

Una tecnología bajo la piel

En México, muchos funcionarios usan estos dispositivos Los chips en los humanos han pasado de ser un proyecto a una realidad. Una empresa, Verichip, es la encargada de la comercialización de este microprocesador que se implanta bajo la piel del brazo y que puede ser rastreado vía satélite, a través de un celular, o mediante un simple escáner. Hace unos años saltaron a la luz los chips subcutáneos y hoy día la polémica en torno a su uso parece incrementarse. La empresa estadounidense que creó estos microcircuitos asegura que proveen información confidencial muy útil enfocada en diversos fines, contienen historiales médicos o sustituyen las tarjetas de crédito o el dinero en metálico al ser escaneados. El director de Verichip, Conrad Chase, quien lleva uno de estos chips implantados, dijo que “el objetivo de esta tecnología es disponer de un sistema de identificación a nivel mundial, que anule la necesidad de llevar documento de identidad o tarjeta de crédito”. Desde que la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) legalizó este circuito, varios países y empresas se han interesado por su uso. Según la agencia de noticias EFE, la utilización de estos chips en trabajadores de una empresa de seguridad en Ohio, Estados Unidos, ha generado críticas de diversas asociaciones civiles. Activistas de la organización Profesionales de la Tecnología por la Responsabilidad Social creen que “la idea de llevar un chip en el cuerpo supone una invasión a la intimidad”. Lo cierto es que “los enfermos crónicos podrían beneficiarse con él, ya que el microprocesador contiene su historial médico o el nombre de sus médicos de cabecera. Así, se podrá conocer la información sobre sus dolencias, tipo de sangre, pulso, temperatura, nivel de azúcar en la sangre, alergias o enfermedades que padecen”, según la revista “Infosalud”. Pero el artefacto también puede tener otros usos. El portal Terra.com relata que en 2002 una pareja inglesa implantó un chip GPS a su hija de 11 años, Danielle Duval. En este caso el aparato lo ideó Kevin Warwick, de la Universidad de Reading, en Londres. En un eventual secuestro de la menor, el chip permitiría localizarla lo antes posible. Este microprocesador, distinto del creado por Verichip, medía 2.5 centímetros y su señal podía ser rastreada por teléfono celular. En el caso de México, el portal asegura que al procurador general de la República Rafael Macedo de la Concha le fue implantado uno para localizarlo en caso de secuestro. También se colocaron chips a 170 funcionarios de la misma dependencia. El chip, cuyo tamaño no supera al de un grano de arroz, y cuyo precio ronda los 200 dólares, ya preocupa a los secuestradores. En febrero de 2004, según la revista “Estrategias” en su edición número 73, una mujer secuestrada en la ciudad de México relató que sus captores le llevaron a un cuarto y le desnudaron: “Inspeccionaron cada cicatriz de mi cuerpo y me dijeron que sólo buscaban si traía o no 'un arroz', un chip localizador. Me pasaron un escáner que sonó en mi tobillo y se enojaron. Uno de ellos me apuntó con un arma, pero se dieron cuenta de que era un clavo que une mis huesos desde la adolescencia”. Otros usos La industria de la diversión también le encuentra ventaja al uso de un chip. En Barcelona, la discoteca Baja Beach Club se convirtió en la primera en proponer a sus clientes más selectos la posibilidad de no llevar dinero en metálico: todo el que decida implantarse el sistema “verichip” estará identificado y proporcionará al club información de su saldo disponible. Más de 60 clientes lo tienen. No obstante y pese a lo revolucionario del invento, su seguridad está en entredicho, ya que el investigador canadiense Jonathan Westhues conseguió clonarlo. El microcircuito ya no sería una solución segura a largo plazo y la privacidad podría quedar rota por los más avispados.— Javier Caballero Lendínez

lunes, febrero 20, 2006

Cientos de tesoros esperan rescate

En el Mediterráneo y en el Caribe yacen navíos y ciudades El descubrimiento de un emblema nazi de bronce (un águila con las alas desplegadas) en el Río de la Plata, en Uruguay, esclarece un poco más el oscuro mundo de los tesoros y riquezas hundidas alrededor del mundo. Según el diario español “El País”, solo en las costas del Mediterráneo occidental descansan más de 800 navíos hundidos entre los siglos XVI y XIX. De estos más de 100 aún guardan en sus bodegas tesoros con valor superior a los 116,000 millones de euros. Entre los galeones hundidos, el “HMS Sussex” ha causado una extraordinaria polémica entre Reino Unido y España por el destino de su riqueza aún oculta. El navío, de bandera inglesa, se hundió en 1694. Según los documentos oficiales británicos, en su bodega llevaba 10 toneladas de oro y 100 ton de plata, un regalo del rey Guillermo al duque de Saboya. El barco se hundió por el temporal y sólo sobrevivieron dos tripulantes de los 500 que tenía la nave. El valor de la riqueza que aún contiene el barco rondaría los 4,000 millones de euros. Lo mismo ocurrió con el navío español hundido en aguas de Florida a causa de un huracán. El buque insignia “Nuestra Señora de Atocha”, de la armada española, venía cargado de miles de monedas de oro y plata de las minas de Colombia, México o Perú. Según el cazatesoros Mel Fisher, alrededor del mundo hay miles de barcos esperando ser rescatados. Eso ocurrió con el galeón español “San Diego” que había naufragado en las costas cercanas a Filipinas, tras una batalla con un galeón holandés. Hace algunos años, los especialistas en la búsqueda de barcos se encontraron con una sorpresa. Según el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, hace varios años se descubrió una de las ciudades egipcias más importantes en la profundidad marina: Heracleión, ciudad portuaria que habría desaparecido hace más de 1,000 años. “Heracleión es algo extraordinario; quizá no tenga la leyenda que rodea a Cleopatra, pero es de las cosas más fabulosas que he visto bajo el agua”, refirió uno de los integrantes del equipo del arqueólogo francés Franck Godio, que hallaron las ruinas a 7 kilómetros de la costa de Alejandría. Los buzos se toparon con restos de la milenaria Heracklión casi por casualidad, cuando investigaban el paradero de la flota napoleónica hundida por los buques ingleses del almirante Nelson, en la batalla del Nilo de 1798. Entre las riquezas halladas en esta gran ciudad figura un templo e Hércules, otro del dios faraónico de la guerra, Amón; estatuas de la diosa del amor, Isis; un panel de granito negro cubierto de jeroglíficos, entre otras cosas. La Atlántida Maya México no es ajeno a estos hallazgos marinos. Hace dos años, un grupo de científicos aseguró que en las aguas del Caribe se encontró una pirámide maya de 35 metros de altura y algunas “formaciones rocosas no naturales”, según la científica rusa Paulina Zelitsky. Tambien se hallaron fósiles de animales, residuos de arena volcánica y una bacteria que puede utilizarse en vacunas. Ruinas en el Triángulo de las Bermudas, la ciudad de Minotis o Canopus, en Egipto; las ruinas de Yonaguni, en Japón; la muralla submarina de Hujing, en Penghu, Taiwán, o un supuesto continente Mu, en medio del Océano Pacífico, siguen en espera de un ambicioso buscador de tesoros.— Javier Caballero Lendínez