domingo, septiembre 03, 2006
Mujeres, víctimas de los rituales
Crueles tradiciones siguen a la orden del día en varios países
Las tradiciones y costumbres ancestrales son parte de la cultura de un país, pero en ocasiones su crueldad ha dado paso a un clima de rechazo nacional e internacional, generando un debate sobre su moralidad y su impacto en los derechos humanos.
En pequeñas poblaciones en numerosos países del mundo, el poder de estas tradiciones (en muchos casos ya prohibidas por la ley) bate cualquier propuesta de civismo y de sentido común.
Las lapidaciones, los severos castigos en público, los suicidios (cumpliendo a rajatabla las costumbres) o la circuncisión femenina hacen que cientos de organizaciones no gubernamentales e todo el mundo alcen la voz contra estas prácticas y contra la poca severidad de los gobiernos de muchas de estas naciones.
Hace unos días ocurrieron dos muestras de estas tradiciones: por un lado, según la agencia de noticias France Presse, en Guatemala se aplicó el "Castigo Maya" a supuestos delincuentes comunes (entre ellos varios menores).
El rito consistió en raparles la cabeza, azotarles en público, posarlos sobre tapas de refrescos gaseosos clavadas en maderas y colocarles costales de arena sobre los hombros.Ese mismo día, según la agencia de noticias EFE, en la India, una viuda, quien asistía a la cremación de los restos de su esposo en una pira, se suicidó al arrojarse en el fuego.
Este acto tiene un nombre, sati, y se trata de una costumbre hindú prohibida por el gobierno desde hace más de 170 años.
Cuando muere el esposo, los familiares de éste presionan a la viuda para que acompañe a su cónyuge en la vida de ultratumba. Esta presión familiar está también prohibida y los inductores pueden ser condenados a la pena de muerte.
Pero el caso de esta viuda no es único. El último suceso de este tipo del que se tiene constancia data de 2002, aunque el caso más macabro tuvo lugar en 1987, cuando una joven viuda de 18 años se arrojó a la pira en la que ardía su esposo ante más de cinco mil personas que asistieron al funeral.
También en la India existe otro tipo de muerte, el Sallekhana, la cual "consiste en abrazar la muerte voluntariamente", según el portal de internet www.jainworld.com. Se trata de un suicidio por inanición, en mitad de un proceso de meditación sobre la naturaleza verdadera, cuando se cree que el final de la vida está muy cerca.
La tradición de la dote femenino en la India es otra de las tradiciones que genera polémica en el país. Obligada por el sistema matrimonial, la familia de la mujer debe pagar los gastos de la boda (la cual dura hasta cinco días) y entregar una fuerte cantidad de dinero a la familia del novio porque ésta recibe a la novia como nueva hija. Las familias pobres, al no poder cumplir estas condiciones, dan muerte a la hija.
Según la Asociación Democrática de Mujeres de la India (AIDWA, por sus siglas en inglés) la práctica de pedir dote se ha extendido entre comunidades donde no existía la costumbre.
Pero esta dote ofrecida por la familia de la novia no siempre termina después de la boda. A veces, la familia del novio espera que la familia de la esposa siga haciendo regalos. Si esto no sucede, el conflicto por la dote acaba incluso con la muerte de las recién casadas mediante el suicidio, quemándose vivas, o mediante el asesinato cometido por la familia del esposo, que disfraza el crimen de accidentes domésticos.
Según el National Crime Records Bureau de la India, solo en 1998 hubo 6,917 muertes relacionadas con disputas por la dote.
Hoy, las tradiciones de este tipo en el mundo son muy numerosas y se centran especialmente en pueblos, tribus, comunidades y algunos países con costumbres ancestrales arraigadas de América, África y Asia, especialmente.— Javier Caballero Lendínez
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario