lunes, diciembre 19, 2005

El boicot, formidable arma pacífica

Resienten gobiernos y empresas el poder de los consumidores El boicot a los productos originarios de los países inmersos en escándalos internacionales se está convirtiendo en una de las mayores amenazas consumistas de la masa popular en la actualidad. “Los gobiernos ignoran a su pueblo. Lo único que les queda es boicotear las compañías que forman parte de un país que claramente va a sacar provecho de la invasión”, manifestó la eurodiputada Patricia McKenna. La participación activa en una guerra, la matanza masiva de animales, la represión a la población o el racismo son las causas principales para que los consumidores se unan bajo una causa: el veto a los productos y empresas de un país determinado. El último caso famoso se vive en España, donde la aprobación de un estatuto que da más libertad a Cataluña y le concede la calidad de “independiente dentro de España” ha provocado que los consumidores del país promulguen un boicot contra uno de los productos estrella catalanes: el cava. Debacle histórica Según la agencia de noticias EFE, las dos principales firmas de esta bebida han visto cómo sus ventas han caído este año más de 70% respecto al año anterior y temen que la cifra siga descendiendo. Según la organización “For Mother Earth”, los boicots son una medida de “presión gubernamental del pueblo, para que los países cumplan las reglas y derechos internacionales”. En México, hace menos de un mes, según Asocciated Press, los consumidores de Tijuana ignoraron un llamado al boicot del Frente Zapatista —un grupo de protesta del norte mexicano—, contra las tiendas estadounidenses de la frontera, como medida contra las patrullas voluntarias de la frontera de California y México enfocadas en la caza de inmigrantes. La población de Tijuana hizo caso omiso a esta petición. Según un estudio publicado por el analista Monroe Friedman, los directivos de las empresas consideran que los boicots son más efectivos que otras técnicas de los consumidores como demandas o campañas de envío de cartas. “Un boicot de productos no sólo incide en la caja de las empresas, sino también en la imagen exterior y en la moral de los empleados, a quienes no les gusta trabajar para una compañía criticada y boicoteada”, señaló. La contratación El vicepresidente de Pagan Internacional, en un artículo para la revista Insight, afirma que “estas empresas tienen problemas en la contratación de los mejores graduados universitarios”. Una investigación independiente realizada en 30 países señala que el boicot a productos estadounidenses por Iraq ha causado grandes daños a sus firmas. Según el diario “Independent”, de las diez empresas estadounidenses más importantes en el mundo, sólo una vio aumentar su poder desde que comenzó el boicot respecto a 2004. Por el contrario, las marcas no estadounidenses más conocidas han crecido sobremanera”. Varias organizaciones alertan que el boicot a los productos estadounidenses puede convertirse en el “mayor de la historia de la humanidad”, ya que la oposición popular a la guerra de Iraq fue muy extensa. “Estas medidas podrían resultar un boicot a largo plazo, el cual podría tener grandes consecuencias”, opinan. “Es quizás, un aviso para el futuro”.— Javier Caballero Lendínez

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