jueves, diciembre 15, 2005

Una rareza turística de Guanajuato en Mérida

Detalles peculiares de las momias que visitan esta capital Las momias son un atractivo turístico de la ciudad de Guanajuato. Por eso, cuando las primeras fueron halladas y se vio la respuesta de la gente, las autoridades del ramo comenzaron a desenterrar cadáveres con la esperanza de que la mayoría de los cuerpos no se hubiera descompuesto, según averiguamos. Es un negocio para el gobierno de ese Estado ya que las cantidades que se pueden llegar a pagar por cada una de ellas oscila entre los 3 y 5 millones de pesos, según el guía turístico de la Feria de Xmatkuil donde se exhiben. A su vez, para que éstas puedan ser llevadas, o en este caso, pudieran ser transportadas a Mérida, se tuvieron que firmar una serie de acuerdos que incluían las normas necesarias para el buen mantenimiento de las momias, además de un seguro especial por cada una de 4 millones de pesos. Las momias han salido solamente dos veces de Guanajuato; las demás veces que se ha tratado de gestionar su traslado a otros lugares no se han reunido los permisos pertinentes, o las condiciones que ofrecían los lugares receptores no eran del todo fiables y seguras. En la exposición en Xmatkuil aparece una momia de apenas cuatro o cinco años de edad. Aquella niña murió en 1982 y fue desenterrada en 1989, de ahí que sus ropas estén bien conservadas. El problema es que se trata de una momia relativamente reciente (16 años) y también pasó muy poco tiempo desde el momento en que fue enterrada hasta el mismo en el que fue desenterrada (7 años). Mantenimiento Las formas de enterramiento son las claves de que se mantengan los cuerpos. Se intenta que todas los cadáveres sean enterrados en concreto para que no pueda pasar el oxígeno y, por lo tanto, los gusanos no aparezcan. Además, las condiciones del clima y la tierra de Guanajuato ayudan a esta conservación. Otros detalles Son tres los colores que la piel va tomando con el paso de los años en una momia. En la muestra de Xmatkuil hay una momia con las suelas de los zapatos abiertas y un saco: se sabe que era de la alta sociedad, y los pies se hincharon e hicieron “explotar” los zapatos. Las uñas y el pelo continúan creciendo en menor medida. Muchas de las momias que parecen desnudas no lo están ya que tenían ropas muy finas que se han ido pegando al cuerpo o prácticamente, desintegrándose.— Javier Caballero Lendínez

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