jueves, diciembre 15, 2005

El cielo mexicano abarata sus costos

Las nuevas aerolíneas de bajo costo, una apuesta "segura"

El tráfico aéreo en México aumentará 25% con la concesión de los permisos correspondientes a cuatro nuevas aerolíneas de bajo costo, según la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero). Interjet, Gol, A Volar (ya operando) y Aerolíneas Mesoamericanas se unirán a Click, subsidiaria de Mexicana de Aviación, en su lucha por el liderazgo del “low cost” (bajo costo) aéreo y comenzarán su andadura en 2006. Comienza así, el mercado “low cost”, el turismo “low cost” —en el que se espera una reducción del 2 por ciento— los viajes y las inversiones “low cost”. Política del bajo costo

La “eficiencia de costos” es la fórmula base a la hora de poner en práctica dicha política. Pero que esto ocurra o no en México depende de varios factores como la demanda y la actitud de los inversores ante el precio del crudo, la competencia y la respuesta del consumidor ante sus ofertas. Una compañía aérea de bajo costo puede reducir en ocho veces el precio total de una empresa aeronáutica tradicional, según el rotativo español “La Vanguardia”. Esto supondría una reducción de costos de hasta 70% por parte del viajero. Según el modelo líder de Ryanair, una de las aerolíneas más “baratas” del mundo, las “low cost” reducen sus gastos con varias medidas: la utilización de aeropuertos secundarios, menos personal, contratos por incentivos, una cuota extra por exceso de equipaje, un peaje por cambio en billetes, boleto electrónico, etc. Bajo esta política, las siete compañías más importantes “low cost” a nivel mundial tuvieron un crecimiento de 32% en tan sólo un año y las expectativas siguen aumentando. Precursores del modelo

El esquema de bajo costo confronta dos realidades: por un lado, el positivo balance económico para el usuario y por otro el negativo costo para las compañías tradicionales o “de bandera”. Con la quiebra reciente de dos nuevas aerolíneas estadounidenses, Delta Airlines y Northwest Airlines, se tensa la cuerda existente entre estas “low cost” y las aerolíneas tradicionales. El hecho ha sido aprovechado por compañías emergentes de bajo costo como Jetblue o Southwest, las cuales se han hecho con el 33% de la cuota del mercado aéreo estadounidense. La aeronáutica, en Estados Unidos, está en quiebra y son muchas las soluciones que se buscan para paliar tal crisis. Entre ellas está la creación o participación en compañías de bajo costo para ofrecer fórmulas alternativas y continuar ingresando algunas buenas cifras a su maltrecha economía. En este sentido, según algunos analistas, las grandes compañías no tienen capacidad ni infraestructura para operar una “low cost” y están abocadas al fracaso. En Estados Unidos, la compañía United Airlines desarrolló Ted Airlines, en Europa, British Airways creó Go, absorbida por otro gigante de las bajo costo, Easyjet. En España, Iberia anunció recientemente su deseo de participar en este tipo de proyectos. En Europa, por otro lado, arrastrados por la política de liberación aérea estadounidense, las grandes compañías de “bandera” como Sabena (Bélgica), Iberia (España) o Alitalia (Italia) están pasando o ya lo han hecho por momentos críticos y una reducción drástica de sus gastos. Alitalia arrastra una deuda que supera los 2,000 millones de dólares. Iberia ha comenzado su política de congelación de salarios, reducción de personal, supresión de trayectos y servicios “on board” (dentro del aparato). Sabena, ha desaparecido del mapa arrastrada por una deuda abismal, por la política de expansión “salvaje” de las compañías de bajo costo como Ryanair, y una preocupante falta de inversores como Swissair, confiados en su reflote a largo plazo. Ryanair y su “salvajismo”

Easyjet, Vueling, Basiqair o la mencionada Ryanair, son algunas compañías emergidas “de la nada” y desarrolladas felizmente en el complejo cielo europeo. Su “política salvaje de expansión”, no tiene límites, aseguran los analistas y denuncian las compañías tradicionales. Según la European Cockpit Association, en tan sólo cuatro años, las compañías de bajo costo abarcan 20% de la cuota de mercado frente al seis por ciento con el cual contaban en 2001. Ryanair principalmente, y otras compañías de bajo costo han sido causantes del estancamiento financiero de Iberia al cubrir rutas tradicionales europeas que antes realizaba la compañía tradicional española. A esto se une la subida del petróleo y la consecuente subida de precios en los pasajes. La competencia entre estas tradicionales y las “low cost” es desmedida y, hoy día, tanto en México como en el resto del mundo, se invierte el dicho popular y surge un nuevo concepto: “el pez chico se ha comido, literalmente, al grande.- Javier Caballero Lendínez

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