jueves, diciembre 15, 2005

Mitsubishi ofrece un caso ejemplar

Ocultó errores y quejas en vehículos durante treinta años Según el portal de internet Facua.org, en agosto de 2000 tuvo lugar uno de los sucesos más sonados en la industria del automóvil y su llamado a revisión. Mitsubishi fue acusado de ocultar fallos en sus autos desde 1969. También ocultaba a los organismos públicos algunas quejas formales de clientes insatisfechos. Estos hechos ocasionaron una amonestación del gobierno de Japón con valor de solo 2,400 dólares ya que, aunque la ocultación de la retirada de vehículos era ilegal, la ley japonesa no contemplaba penalizaciones. Años después, la multa fue creciendo hasta llegar a los 50,000 dólares al encontrarse otros delitos por numerosas falsificaciones de documentos oficiales. La empresa, según el portal de internet, llevaba un doble sistema de archivo de quejas de clientes: uno para ser presentado al Ministerio de Transporte de Japón, y otro que permanecía oculto bajo la clasificación “H”, de “himitsu” (“secreto”, en japonés). Las consecuencias de este descubrimiento no se hicieron esperar: Katsuhiko Kawasoe, el presidente de la firma reconoció públicamente los hechos. La imagen de la marca en Japón quedó sensiblemente “tocada” y las ventas y las acciones cayeron drásticamente. Las consecuencias de la conducta seguida por Mitsubishi Motor durante treinta años han sido nefastas. La compañía presentó en el ejercicio 2000-2001 las peores cuentas de su historia, registrando pérdidas de 3,000 millones de dólares debidas, especialmente, al programa de revisión de vehículos que tuvo efectos sobre más de dos millones de unidades en todo el mundo. Hoy día, las empresas optan por no poner en peligro su reputación con casos como éste. Habrá que acostumbrarse.— Javier Caballero Lendínez

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